domingo, 27 de noviembre de 2011

LAS TENDENCIAS LITERARIAS

MOVIMIENTOS LITERARIOS DE LOS SIGLOS XVIII, XIX Y XX

Los movimientos literarios de los siglos señalados se desarrollan a partir de la existencia anterior de otras ‎tendencias literarias tales como el clasismo y el barroco. ‎
El clasicismo se caracterizaba por el equilibrio, la sujeción a la razón y a reglas estrictas, especialmente ‎en la poesía. Este movimiento literario intentaba conservar los elementos propios heredados de los poetas ‎clásicos y de los escritores clásicos: Homero, Virgilio, etc.‎
El barroco, surgido posteriormente, rompe el equilibrio propio del clasicismo, expresando un sentido de ‎libertad en las obras de arte, con menos sujeción a normas y reglas rigurosas.‎

‎1.- El neoclacisismo ‎
Es un movimiento artístico que surge en Europa durante los inicios del siglo XVIII. Su característica ‎principal es el intento de aplicar al arte las reglas y preceptos del clasicismo grecolatino y renacentista.‎
El siglo XVIII fue un período considerado mediocre para las letras hispánicas, desde el punto de vista ‎estético, aunque fue culturalmente rico por la concurrencia de distintas corrientes del pensamiento.‎
La llegada de Felipe V de Borbón a España favoreció la influencia europeizante que daría origen al ‎neoclasicismo.‎
El exceso de reglas impidió el desarrollo de un arte literario de mayor sensibilidad y belleza, pero ‎favoreció el auge de obras críticas, filosóficas y lingüísticas.‎
Las principales características del neoclasicismo literario son:‎
‎•‎ Sujeción a reglas o preceptos.‎
‎•‎ Privilegio de la razón sobre el sentimiento.‎
‎•‎ Finalidad moral o didáctica.‎

Dentro del movimiento neoclásico merece destacarse la comedia El sí de las niñas de Leandro Fernández ‎de Moratín; en poesía las fábulas de Félix María Samaniego (Las moscas golosas) y Tomás Iriarte (El ‎burro flautista), que tienen un carácter abiertamente moralizador y crítico. ‎

‎2.- El romanticismo‎
Es un fenómeno cultural que domina la primera mitad del siglo XIX, aunque en España triunfa alrededor ‎de 1850 y en América más tardíamente. ‎
Antecedentes históricos: Los últimos años del siglo XVIII corresponden al período histórico llamado la ‎restauración, en oposición a la gran revolución europea.‎
Los pueblos comienzan a consolidar la idea de nación, en tanto que la nueva organización económica que ‎nace de la llamada revolución industrial, da origen al proletariado. Las clases más pobres quedaron ‎desprotegidas, lo que favoreció un clima revolucionario.‎
Las ideas del liberalismo francés se extendieron pronto por toda Europa, consolidando el movimiento ‎romántico.‎
Las características principales del romanticismo son:‎
‎•‎ El culto al yo.‎
‎•‎ El ansia de libertad.‎
‎•‎ La angustia metafísica.‎
‎•‎ el predominio del sentimiento sobre la razón.‎

Entre los representantes más conocidos del romanticismo se encuentran Víctor Hugo, francés (Los ‎miserables; Nuestra Señora de París, obra conocida por el filme El jorobado de Notre Dame); Alejandro ‎Dumas (Los tres mosqueteros; El conde de Montecristo); Gustavo Adolfo Bécquer (Rimas; Leyendas), ‎etc.‎
En Hispanoamérica, el romanticismo aparece entre 1845 y 1889, íntimamente ligado al costumbrismo. ‎Entre sus representantes se encuentran Alberto Blest Gana (chileno) con su obra Martín Rivas; Jorge ‎Isaacs (colombiano) y su novela María, etc.‎

‎3.- El realismo.‎
Es el movimiento artístico de la segunda mitad del siglo XIX, que aparece como reacción a los excesos de ‎la fantasía romántica. Pretende reflejar la realidad en forma objetiva. Según la temática, el realismo se ‎expresa, a veces, a través del costumbrismo, del criollismo, del naturalismo o del mundonovismo.‎

Antecedentes históricos
Durante los últimos años del siglo XIX hubo un gran desarrollo productivo e industrial, pero también una ‎profunda crisis económica que se conoció con el nombre de la gran depresión.‎

La literatura muestra rechazo a los excesos del romanticismo. Surge, así el realismo. Cuando este expresa ‎los aspectos más sórdidos de la sociedad a través de la descripción detallada del entorno, recibe el nombre ‎de naturalismo.‎
El naturalismo literario europeo está representado por Emil Zola (Papá Goriot) y Guy de Maupassant (El ‎collar; etc.), entre otros.‎
En Latinoamérica se producen grandes cambios en la estructura social, los que causan la ruptura entre las ‎oligarquías (propietarios de la tierra). Esto produce el movimiento naturalista que abarca desde 1890 a ‎‎1935, aproximadamente. Entre los representantes naturalistas en Hispanoamérica encontramos a Rómulo ‎Gallegos (venezolano) con su obra Doña Bárbara, entre otras. Horacio Quiroga (uruguayo) con su ‎Cuentos de amor, de locura y de muerte, entre otras obras. Oscar Castro (chileno) y su obra Llampo de ‎sangre. Baldomero Lillo (chileno) y su obra Subterra. ‎

Entre los autores chilenos realistas se pueden mencionar a Marta Brunet y Mariano Latorre, como ‎también a Francisco Coloane y otros.‎

En Latinoamérica el naturalismo se expresa a través del criollismo, el costumbrismo y el mundonovismo.‎

a) El Criollismo literario fue un movimiento que nació con el propósito de retratar las costumbres ‎populares, con los tipos y en el lenguaje del bajo pueblo, sobre todo del campesino. Motivó el desarrollo ‎de la literatura regionalista, que reflejó la realidad política, humana, económica y social, de un espacio ‎determinado y así creó una literatura original con base en los elementos naturales del continente. Entre ‎sus exponentes figuran escritores de diferentes tendencias: el venezolano Rómulo Gallegos que escribió la ‎novela de los llanos Doña Bárbara (1929); el colombiano José Eustaquio Rivera, con su novela de la ‎selva La vorágine (1924); la novela gauchesca Don Segundo Sombra (1926) que escribió Ricardo ‎Güiraldes. Incluso es posible incluir a Mariano Azuela con su novela de la revolución mexicana Los de ‎abajo (1915). ‎ 

b) El costumbrismo
Tendencia o género literario que se caracteriza por el retrato e interpretación de las costumbres y tipos del ‎País. La descripción que resulta es conocida como "cuadro de costumbres" si retrata una escena típica, o ‎‎"artículo de costumbres" si describe con tono humorístico y satírico algún aspecto de la vida. ‎
La novela costumbrista tuvo especial resonancia en algunos países. Así, en México, en Colombia, donde ‎el costumbrismo penetra también en el campo de otras novelas, no específicamente costumbristas. Por ‎ejemplo, es notorio el peso que elementos de esta naturaleza tienen en una novela sentimental como ‎María, de Jorge Isaacs ‎

En Chile se destacan Vicente Pérez Rosales con Recuerdos del pasado; las novelas de Alberto Blest ‎Gana, el mejor novelista hispanoamericano de su tiempo, revelan clara inclinación costumbrista. Como en ‎Santiago, de Daniel Barros Grez también muestra claros elementos costumbristas.‎ 

c) El mundonovismo, cuyo nombre viene del concepto nuevo mundo, como se llamó a América, en ‎oposición al viejo mundo.‎

Las características del mundonovismo son: ‎
‎•‎ representación cíclica de la vida de un país.‎
‎•‎ Intenta abarcar distintos sectores de la vida nacional (campo, minas, mar)‎
‎•‎ La naturaleza –el paisaje- pasa a ser protagonista. Así lo muestra José Eustaquio Rivera ‎‎(Colombia, 1888-1928) en su obra La vorágine (1924). A diferencia de Quiroga, en cuyos ‎cuentos la naturaleza aparece despersonalizada, y de Gallegos, donde se la personifica a través ‎de la mediación del personaje central femenino de su novela capital, en la escritura de Rivera la ‎selva es, directamente, el personaje central del relato: sujeto de acciones tales como seducir, ‎atraer y aniquilar, la selva se opone al intelectual Arturo Cova, principal narrador y protagonista ‎de la historia.‎ ‎ ‎
‎•‎ Hay preferencia por la novela de la tierra. ‎
‎•‎ Se adapta el lenguaje a los sectores representados.‎

‎4.- El naturalismo‎
Es una tendencia de carácter realista que intenta mostrar la influencia del medio natural o físico. Aunque ‎aparece también en el Renacimiento, triunfa como movimiento en Europa alrededor de 1890. Recibe ‎fuerte influencia del positivismo, doctrina filosófica que se opone a la fe y al conocimiento intuitivo, ‎aceptando sólo lo que es comprobable por experimentación científica. En América se mezcla con el ‎modernismo y con el mundonovismo.‎

‎5.- El modernismo‎
Se denomina al movimiento poético hispanoamericano, introducido en España por Rubén Darío, poeta ‎nicaragüense. Este movimiento se desarrolla paralelamente a la generación del 98 y significó una ‎renovación total de la poesía de habla hispana. Rubén Darío es autor de la obra Azul, publicada en 1888 ‎en Valparaíso, considerada entonces la ciudad más culta de Chile. Otra de sus obras es Marcha triunfal, ‎donde se destaca la musicalidad y el ritmo que el poeta logra mediante las palabras usadas en el poema. ‎He aquí un fragmento de este poema:‎

‎¡Ya viene el cortejo!‎
‎¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines.‎
La espada se anuncia en vivo reflejo;‎
Ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines.‎

Ya pasa debajo los arcos ornados de blancas Minervas y Martes,‎
Los arcos triunfales en donde las Famas erigen sus largas trompetas,‎
La gloria solemne de los estandartes,‎
Llevados por manos robustas de heroicos atletas.‎


Otro poeta modernista es Juan Ramón Jiménez, autor, entre otras obras, Primavera Amarilla.‎

En el modernismo literario se mezclan, por una parte, el gusto por el verso perfecto y los temas exóticos y ‎paganos y, por otra, la musicalidad y sonoridad de la palabra así como la multiplicidad métrica.‎

La generación del 98 es el grupo literario que se consolida el año 1898, fecha en la que España pierde ‎sus colonias de ultramar. Significó una renovación de la narrativa. Entre sus representantes se ‎encuentran Miguel de Unamuno, una de cuyas obras más destacadas en Niebla, y Antonio Machado.‎

La generación del 27, en cambio, fue eminentemente poética. A ella pertenecen Federico García ‎Lorca (Muerte de Antoñito el Camborio ‎, poema que forma parte de su obra Romancero Gitano) y ‎Rafael Alberti, (1902-1999) Poeta y dramaturgo español, entre otros. ‎

Alba de noche oscura ‎ 
‎(Rafael Alberti) 
Sobre la luna inmóvil de un espejo, 
celebra una redonda cofradía 
de verdes pinos, tintos de oro viejo, 
la transfiguración del rey del día. 
‎ 
La plata blanda, ayuna del reflejo, 
muere ya. Del cristal -lámina fría- 
dice la voz del vaho en agonía: 
‎-Doró mi lengua el sol, ¿de qué me quejo? 
‎ 
La puertas del ocaso, ya cerradas, 
tapina de luto el campo. Negros perros, 
a lo que nadie sabe, ocultos, gritan. 
‎ 
Decapitando sueños, fatigadas, 
sobre el túmulo alto de los cerros 
las estrellas del valle se marchitan.‎

Esta generación toma su nombre del año 1927, en el cual se reúnen un grupo de escritores, amigos entre ‎sí, los que participan en los homenajes que en esa fecha se celebran, con motivo del tercer Centenario de ‎la muerte de don Luis de Góngora.‎
No surgen, como muchos creían, en contra de la generación del 98. Sin embargo, hay que tener presente ‎que la del 27 es más universalista y tiene menos preocupación directa por España que la del 98.‎
Características de la generación del 27:‎
‎•‎ Presenta una gran tendencia al lirismo. La mayoría de los integrantes son poetas; incluso los que ‎escriben teatro lo hacen expresando poéticamente los sentimientos de odio, amor, como sucede ‎con Federico García Lorca.‎
‎•‎ La poesía tiene un sentido trascendental. Los escritores penetran en las realidades más profundas ‎de la vida, tocando accidentalmente el amor o la decadencia de España. Se preocupan por el ‎esteticismo; de ahí su interés por la poesía.‎
‎•‎ La tercera característica es la luminosidad. El pesimismo de la generación del 98 cede a la ‎actitud más tranquila y equilibrada y por lo tanto más optimista.‎

‎6.- El expresionismo‎
Es un movimiento que intenta reflejar la realidad a partir de lo que siente el artista. Se opone a la ‎objetividad del realismo. Surge en Alemania, alrededor de 1910. Junto con el cubismo y el futurismo, ‎tendrá gran influencia en los movimientos artísticos contemporáneos.‎
Los postulados del expresionismo en el terreno de la literatura, principalmente en la novela y el teatro, ‎son similares a los del arte expresionista y la música expresionista. Personajes y escenarios se presentan ‎de un modo distorsionado, con la intención de producir un gran impacto emocional. ‎ 

En el campo de la literatura, pues, la llamada “década expresionista” denomina el periodo cumbre del ‎movimiento; esto es, el periodo comprendido entre 1910 y 1920. La erupción de la Segunda Guerra ‎Mundial supone una fuerte ruptura, tanto en los tonos como en los tópicos, particularmente, en el campo ‎de la poesía expresionista. Mientras algunos autores literarios (por ejemplo, los autores futuristas) ‎consideraron la guerra como una fuerza arrasadora y renovadora que acabaría con la sociedad burguesa, ‎por otro lado, la imagen del conflicto cobró tintes negativos de la mano de otros muchos poetas que ‎plasmaron los horrores de la guerra en sus obras. Y no es de extrañar, ya que muchos de ellos habían ‎vivido, en primera línea y en sus propias carnes, la desolación de la guerra. Ningún otro movimiento hasta ‎la fecha había apostado de igual manera por la deformidad, la enfermedad y la locura como el motivo de ‎sus obras. Como cualquier otro movimiento de cualquier otra época, tampoco el expresionismo tiene los ‎limites bien definidos y, por ello, su definición depende del punto de vista que se adopte. ‎ 

‎7.- Movimientos literarios de la segunda década del siglo XX
Surgen con la intención de renovar la poesía. Se conocen con los nombres de dadaísmo y a través de las ‎palabras sin sentido pretenden aportar a esa renovación: más que la obra, es el gesto lo que interesa a los ‎dadaístas, gesto que va más allá de los puros canales de expresión artística para manifestarse en la ‎política, en las costumbres, en la misma sociedad, siempre que este gesto sea entendido como ‎provocación contra el sentido común, la moral, la ley y cualquier normativa u ortodoxia. De aquí que el ‎escándalo fuera el instrumento preferido para hacer públicas sus acciones. ‎ ‎ El dadaísmo va más allá del ‎puro significado o la simple noción de un movimiento artístico para llegar a proponer una forma de vivir; ‎el ultraísmo (Jorge Luis Borges) y el creacionismo (Vicente Huidobro) pretenden hacerlo a través de la ‎imagen pura. Estos movimientos duraron muy poco tiempo ya que desembocaron en el surrealismo. ‎

‎8.- El surrealismo
Es un movimiento que nace públicamente en 1924, con el Manifiesto surrealista de André Breton ‎‎(escritor francés). El surrealismo se basa en la creencia en la realidad superior de ciertas formas de ‎asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo y en el libre ejercicio del pensamiento: reflejar la ‎realidad a través de los elementos inconscientes e irracionales de la mente, que el artista expresa por ‎medio de los actos psíquicos automáticos. Entre sus representantes se considera a Jorge Luis Borges ‎‎(argentino); Mª Luisa Bombal (chilena, autora de La última niebla), Julio Cortázar (argentino, autor, ‎entre otros, del cuento Continuidad de los parques), Juan Rulfo ‎ (mejicano, autor de la novela Pedro ‎Páramo, considerada unánimemente por la crítica una de las obras maestras de la literatura ‎latinoamericana, y de una colección de cuentos titulada El llano en llamas).‎

‎10.- Movimientos actuales en la literatura contemporánea

Antecedentes históricos de la literatura contemporánea: ‎
‎•‎ Los cambios sociopolíticos que experimenta la sociedad del siglo XX, así como la profunda ‎crisis de la humanidad a raíz de la Primera y Segunda Guerra Mundial, provocan en las artes las ‎más variadas y encontradas respuestas.‎
‎•‎ La literatura refleja una sociedad caótica, sin sentido para el hombre, quien se siente solo y ‎desprotegido frente a un mundo tecnológico.‎

En la literatura del siglo XX se distinguen tres grandes generaciones, que buscan una respuesta al sentido ‎de la existencia humana. Ellas son las siguientes.‎

‎1) La primera generación (surrealista), comprende a todos aquellos escritores que publican entre los ‎años 1920 y 1934, aproximadamente. Se caracteriza por el hermetismo y subjetivismo de su arte. Pone ‎gran énfasis en la estructura y técnica narrativa. Los espacios no son sino la exteriorización de la ‎conciencia de los personajes. El lenguaje se caracteriza por el uso de las descripciones caóticas, imágenes ‎oníricas y el monólogo interior.‎
Pertenecen a esta generación: Jorge Luis Borges; Alejo Carpentier (cubano); Miguel Ángel Asturias ‎‎(guatemalteco); Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro y Manuel Rojas (chilenos); César ‎Vallejo (peruano) y algunas obras importantes de la generación del 27.‎

‎2) La segunda generación comprende a todos aquellos escritores cuya vigencia se extiende entre los ‎años 1940 y 1960. Se caracteriza por cultivar, preferentemente, el realismo social. Es la llamada ‎generación neorrealista, que la literatura como una expresión de los problemas de clase. Los personajes ‎literarios son, generalmente, tipos sociales o héroes colectivos.‎
Los motivos literarios representativos son: la explotación, la violencia, la corrupción, la tortura, el ‎asesinato, por un lado; por otro, el valor, la lealtad y el sacrificio.‎
El narrador se caracteriza por ser objetivo y discretamente conocedor de los hechos que narra.‎
Pertenecen a esta generación: Juan Rulfo (mexicano); Julio Cortázar y Ernesto Sábato (argentinos); María ‎Luisa Bombal, Nicanor Parra y Oscar Castro (chilenos). Se podrían agregar escritores chilenos como ‎Volodia Teitelboim, José Miguel Varas y otros,‎

Aunque no pertenecen al grupo de los escritores que tuvieron vigencia entre los años 40 y 60, se pueden ‎mencionar como representantes del realismo social a los escritores chilenos Rodrigo Rojas (Jamás de ‎rodillas), Jorge Montes (La luz entre las sombras y El 73), Rolando Carrasco (Prigué), algunas de cuyas ‎obras son marcadamente testimoniales pues narran hechos vividos por los propios autores o por los ‎personajes de sus obras en un período de la historia de Chile, concretamente, el período de la dictadura de ‎los años 73 a 89. Los motivos literarios son la violencia, la tortura y el asesinato, por una parte, y el valor, ‎la lealtad y el sacrificio, por la otra.‎

‎3) La tercera generación comprende a todos aquellos escritores nacidos entre 1920 y 1934 y cuya ‎producción literaria se manifiesta a partir de 1950. Tiene su esplendor alrededor de 1965.‎
Esta generación es conocida con el nombre de irrealismo o realismo mágico. Centra su preocupación en ‎conflictos del hombre de ciudad, en temas de la decadencia de las estructuras sociales y en el realismo ‎fantástico, que revitaliza el sentido mítico de la existencia.‎
Pertenecen a esta generación, entre otros: Gabriel García Márquez (colombiano); Mario Vargas Llosa ‎‎(peruano); Ernesto Cardenal (nicaragüense); José Donoso, Jorge Edwards, Enrique Lafourcade y ‎Guillermo Blanco (chilenos) 

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